Democracia partida en dos
Desde su surgimiento la democracia
tiene más aristas discriminatorias que
de inclusión; más de formalismos que de
derechos universales. Nacida en Atenas
por su artífice de Solón en el siglo V
a,n.e. llega a nuestros días casi sin
cambios de fondo.
En Atenas solo el 10 por ciento de
los ciudadanos libres, mayores de edad, y varones que no fueran ni esclavos, ni
extranjeros, y que vivieran en Esparta o Atenas, tenía derecho a participar voluntariamente en
la asamblea –aunque fuera un deber ciudadano-, o lo que es lo mismo, a
influir en el gobierno griego, a
diferencia de otros estados no democráticos, donde el rey o el emperador centraban el
gobierno.
Sin pretender desandar los
complicados vericuetos de la historia de
la democracia, es pretensión arribar a
una síntesis objetiva, pues lo
importante no es lo que un gobierno hable o piense de
sí, sino lo que hace.
La democracia formal existe en cada
país, bajo sistemas complicados o
simples, pero válidos como método organizativo. Otra cosa es la democracia
real, basada incuestionablemente sobre
preceptos clasistas.
Las potencias imperiales, con los
Estados Unidos de Norteamérica a la cabeza se proclaman como abanderas de la democracia.
Solo les basta con exigir la
existencia de partidos políticos y la celebración de elecciones “libres”, para
pasar por una máquina de moler carne a los sistemas políticos que no adopten
similar fórmula.
“La democracia representativa de corte moderno
surgió a partir de los postulados de los ilustrados franceses Montesquieu y
Voltaire entre otros, oponiéndose al anterior "Todo para el pueblo pero
sin el pueblo", principio del despotismo ilustrado en el que el pueblo,
"ignorante", debía delegar el poder a una clase gobernante,
"sabia". Estos principios
se desarrollaron plenamente en los Estados Unidos a partir de 1773. En la
actualidad el modelo de democracia liberal es el imperante. El órgano de gobierno es elegido por un
grupo de parlamentarios elegidos de una sola vez por sufragio universal y salvo pequeñas variaciones ninguna
democracia actual se sale de ésos cánones” publica Wikipedia.
La democracia podrá tomar diferentes matices,
cambiar de ropaje, disfrazarse según convenga, pero finalmente su esencia clasista
aflora por muchos que se le quiera disimular.
O participa en ella
todo el pueblo en la gestión de gobierno sin diferencias excluyentes, es
decir con todos y para el bien de todos; o se coloca en un pedestal solo
alcanzable por las clases pudientes elegidas convenientemente, a la usanza de
la asamblea ateniense.
A
Patriarca
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