Moncada: Más que un asalto

La historia del cuartelMoncada se remonta en los ecos del tiempo allá por el año 1859, cuando todavía la manigua redentora suspiraba por la llegada de días luminosos.

La primera piedra seria colocada para erigir una edificación concebida para enclaustrar almas en penas, que bajo el eufemístico nombre de Nuevo Presidio,  concebía  ideas ancestrales, nada amorosas,  a quienes,  por necesidad o por rebeldía, cumplían  condenas de nuevo tipo.

Posteriormente se le asigno otra misión. La edificación sería asiento de las fuerzas militares españolas encargadas de enfrentar a los rebeldes. Para esta utilidad se le cambia el nombre por cuartel de Reina Mercedes,  la esposa del rey Alfonso XIII,  así la España colonizante infundiría respeto fatuo.

Al temple de la Guerra de los Diez años,  a la fortaleza se le aumentó su defensa, y para ello se levantó el torreón de palomas mensajeras conocido por «El palomar»  lo que permitía observar los movimientos de las embarcaciones en la bahía santiaguera e incluso la sierra.

Si algún vestigio de patriotismo tuviera la República mediatizas, sería el de honrar al General mambí Guillermón Moncada cuando  se le atribuyera su nombre, por haber sufrido seis meses de prisión  en el año 1894, mas en poco la soldadesca estadounidense se encargaría de oscurecer la intención cuando penetraron en  el cuartel para ocuparlo.

Después de la proclamación de la República de Cuba en 1902, y considerando que la “protección”  norteamericana estaba garantizada en el naciente Estado. Bajo estas circunstancias,  el 20 de mayo de 1909 el nombre de Cuartel Moncada quedó oficialmente legalizado.

Los disparos lanzadas contra la fortaleza aquel 26 de julio de 1953 por apenas un centenar de jóvenes mal armados, sin gran instrucción militar, pero de mano firme y pensamiento recto, no lograron la rendición de los casi mil efectivos de la dictadura, ni siquiera rebasar la posta 3, pero el estruendo sacudió la ansiada rebeldía nacional.

Las balas disparadas por los patriotas contra la muralla amedrentada,  iluminaron  el nuevo camino.  Las disparadas por la soldadesca contra los intrépidos héroes se perdieron en las páginas oscuras de la historia.

Finalmente el 28 de enero de 1960, la plaza militar se transforma en Ciudad Escolar, y para mayor honor 26 de Julio,  gracias al triunfo revolucionario que mostró su apego a la verdadera libertad.  Fue el líder histórico de la Revolución cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz quien entregara formalmente  del trascendental  cambio, en acto público al Ministro de Educación.

Es el pasado de una fortaleza creada para sembrar sufrimientos en los gobernados a favor de la felicidad de los gobernantes, pero que un día, con el triunfo popular, dejaría atrás su pasado gris para  convertirse en plaza de conocimientos.