El poema que Vilma nunca recibió

A los 18 años de edad, Eva Matos Pomier escribió un poema  inspirada en la campaña de alfabetización,  con la idea de entregárselo a la Heroína de la Revolución, Vilma Espín, quien se reunió con las federadas camagüeyanas para  coordinar los preparativos por el 23 de agosto del año 1962. 

La joven salió de su hogar en Esmeralda  entusiasmada por acercarse a Vilma para hacerle entrega del poema que ella tituló: “Gracias Fidel” para que fuera de conocimiento de la dirección de la Revolución.

Un lamentable accidente impidió que Eva cumpliera su propósito, pues al bajar del transporte que la condujo a Camagüey sufrió una herida por la cual tuvo que ser traslada a un centro de atención médica. 

Jamás Eva ha vuelto a escribir otro poema, pero guarda este  en su recuerdo  como un apreciado tesoro. 

Eva perteneció a la columna de Jóvenes Rebeldes de Esmeralda,  integró las brigadas de campesinos que estudiaron oficios en La Habana, es fundadora de la Unión de Jóvenes Comunistas, de los Comités de Defensa de la Revolución y de la Federación de Mujeres Cubanas.

Colaboró con la Dirección de Tránsito de la Policía Nacional Revolucionaria,  radicada en Cuba y Chacón,  La Habana Vieja; ocupó cargo de dirección en el bloque de la FMC y por muchos años presidenta del Comité de Defensa de la Revolución número 11 “Raúl Cepero Bonilla de Plaza de la Revolución.

Como peluquera estilista, su nombre tiene créditos en las exitosas películas cubanas: María Antonia, Río Negro y la Bella de la Alhambra.

La aparición prematura de enfermedades crónicas la obligaron a jubilarse del sindicato de Comercio y Gastronomía a los 55 años.

A sus 70 años de edad, hoy Eva  Matos Pomier olvido el dolor físico del accidente que le impidió acercarse a Vilma, pero  atesora el placer sentimental de continuar amando y defendiendo a la Revolución como en sus años de juventud, cuando escribió el poema que Vilma nunca recibió.